LA LEYENDA DE ANDRÓMEDA. Por Eva García Valero, María Elisa Pérez Sirvent y Marina Navarro Olmo.

10.06.2014 15:24

    La leyenda de Andrómeda cuenta como acaba enamorada y casada con Perseo, el ejecutor de Medusa. Disponemos de dos versiones de esta leyenda fundamentalmente.

    En la primera Andrómeda es hija de Cefeo (rey de Etiopía) y de Casiopea, quien quería ser más hermosa que todas las Nereidas, hermosas jóvenes que habitaban en el mar. Ofendidas, le pidieron a Poseidón que castigara a Casiopea, que envió un monstruo a las tierras de Cefeo.

    Cuando el rey desesperado pidió ayuda a Amón, le anunció que la única manera de salvar sus tierras era sacrificando a Andrómeda, la hija de Casiopea. Los sufrimientos del pueblo determinaron a Cefeo a aceptar.

    Andrómeda fue atada a una roca para que el monstruo la atacara. Perseo volvía de matar a la Gorgona (Medusa) y al ver a la joven se enamoró de ella, pidiéndole a Cefeo casarse con ella a cambio de su liberación. Cefeo aceptó y al matar al monstruo Perseo se casó con Andromeda.

    Pero Fineo, el hermano de Cefeo, se enojó por pretender también a Andrómeda, y conspiró contra Perseo, que lo descubrió a tiempo empleando la cabeza de Medusa contra sus enemigos. Cualquiera que viera directamente la cabeza de la Gorgona se convertía en piedra. Al final Perseo y Andrómeda se casaron y marcharon a Argos y a Tirinto, donde tuvieron seis hijos y una hija. Al morir Andrómeda la diosa Atenea la colocó en las constelaciones junto a su madre Casiopea.

    Conón hizo otra versión, donde Cefeo reinaba en Yope, la posterior Fenicia. Este reino se extendía desde el Mediterráneo hasta el país de los árabes y el mar Rojo. Andrómeda era muy hermosa  y la halagaban Fénix y su tío Fineo. Después de meditarlo, Cefeo decidió casar a su hija con Fénix, y para evitar una pelea con su hermano adujo que la habían secuestrado.

    Fénix fue al rescate de Andrómeda a un islote donde se sacrificaba a Afrodita, diosa del amor y de la belleza, a bordo de una nave llamada la Ballena. Andrómeda ignoraba que había sido raptada, por lo que se puso a gritar y a pedir auxilio. Perseo, el hijo de Danae y Zeus, al pasar por allí la escuchó y al verla se enamoró de lla, decidiendo salvarla.

    Con la cabeza de Medusa Perseo petrificó a los supuestos secuestradores (o liberadores), y la rescató, enamorándose de él. Se casaron y reinaron en Argos.

    Esta historia demuestra que, al igual que Perseo para conseguir la mano de Andrómeda, no lograremos lo que queremos si no luchamos para obtenerlo.