VAPOROSA HISTORIA E INVESTIGACIÓN RIGUROSA: LA LECTURA COMO INVITACIÓN AL PENSAMIENTO CRÍTICO EN LA BPM REQUENA.

01.10.2014 19:48

    Comparar es bueno, y este mes de octubre los lectores pueden contraponer La España de Riego de Raúl Pérez López-Portillo (Madrid, 2005, Sílex) con La muerte en el nordeste de la Corona de Castilla a finales de la Edad Media. Estudios y documentos, coordinada por César González Mínguez e Iñaki Bazán Díaz (2014, Universidad del País Vasco).

    Con la excusa de la vida de Riego, se hace en la primera obra una síntesis convencional de la Historia de España entre el final del reinado de Carlos III y el comienzo del de su biznieta Isabel II. Se fundamenta en la labor de grandes historiadores, con puntos de vista propios, como Josep Fontana. Apta para estudiantes de bachillerato con ganas de estudiar en busca de un buen manual, tiene la virtud de no dar de lado las cuestiones iberoamericanas, no siempre atendidas en nuestros masacrados temarios. Es un compendio seguro que no ofrece sorpresas, y que admira con serenidad a Riego, en las antípodas del malévolo Fernando VII. Ejemplifica el relato genérico que al no descender al detalle se vuelve en exceso vaporoso, que explica poco y fatiga mucho con su exceso de batallas y guerras sin cuartel.

    El segundo título es harina de otro costal. Recomendamos al lector que comience este soberbio libro con la lectura de los documentos, un magno apéndice con sesenta y cinco piezas de apreciable valor. En el castellano de tiempos de Fernando de Rojas se expresan disposiciones testamentarias, propósitos piadosos, normativas legales, especulaciones y exequias fúnebres de aquel rincón de la Corona de Castilla, que serían perfectamente válidas para nosotros, los castellanos del obispado de Cuenca.

    A la hora de afrontar el tránsito a la otra vida las personas se muestran como son, descubriendo sus valores más íntimos y recreando sus más queridos modelos sociales, pues el más allá es un país que se concibe frecuentemente a imagen y semejanza de nuestro conocido más acá. Morir forma parte de nuestro ciclo natural como el nacer, pero la forma de disponer nuestra muerte tiene más de cultural. Paradójicamente la última hora nos dice mucho sobre la condición individual, sobre la vida de los castellanos gobernados por los Reyes Católicos, tan humanos como nosotros mismos.

    Distintos investigadores, cuya labor a veces no se tiene debidamente en consideración, se plantean varios problemas tras consultar la documentación. ¿Cómo se afrontaba la muerte? ¿Qué honras se tributaban a los difuntos? ¿Cuál era el comportamiento familiar más apropiado? ¿De qué forma se disponían las sepulturas? ¿En qué se singularizaban los judíos a la hora de morir? A estas preguntas se da cumplida respuesta, muy digna de reflexión, no desde las regiones aéreas, sino mirando hacia Miranda de Ebro, Laredo, Durango, etc. Son espejos de otras localidades, y su historia nos desvela el espíritu de una época sin necesidad de altisonantes breviarios que mucho abarcan para apretar poco.

    Víctor Manuel Galán Tendero.