¡GANAREMOS LA GUERRA AL CORONAVIRUS!

16.03.2020 23:32

               

                Vivimos horas difíciles en España y en una buena parte del mundo por la pandemia del coronavirus. Los medios de comunicación nos desgranan a cada momento el número de afectados y las medidas adoptadas por las autoridades para atajar el problema. Desde el pasado sábado catorce de marzo por la noche nos encontramos en estado de alarma. La ciudadanía española debe de guardar normas estrictas de comportamiento y confinamiento doméstico. Los expertos sostienen que es la manera más eficaz de bajar la curva de afectados y de evitar el colapso de nuestro sistema sanitario. El coronavirus nos ha escatimado este año celebraciones tan queridas como las de las Fallas de San José, pero no la esperanza de derrotar la enfermedad.

                Llegará un día en el que celebraremos con alegría desbordada nuestra victoria. Más pronto o más tarde dispondremos de la ansiada vacuna. Las fiestas por venir serán históricas, sin duda, tanto como la adversidad presente. Cada jornada que transcurre nos acercamos más al triunfo, restando una más a la adversidad.

                Nuestro conocimiento de la Historia nos lleva a veces a la comparación con otras pandemias del pasado. Salta a la vista que con independencia de ciertos comportamientos que se antojan sempiternos, la del coronavirus es muy distinta de las pasadas, entre otras razones porque somos una sociedad muy distinta de la de hace escasamente cincuenta años, una auténtica eternidad en términos de cambio. La Globalización nos ha impuesto servidumbres, pero nos ha abierto horizontes.

                El coronavirus ha puesto de relevancia algunas de las posibilidades de la sociedad española, que de cara al futuro pueden rendir grandes provechos. Disponemos de un sistema sanitario sólido, capaz de incorporar nuevos profesionales y activos materiales. Podemos desplegar importantes fuerzas de seguridad, de elevada profesionalidad. Nuestro abastecimiento está fuera de duda, a despecho de ciertas escenas de supermercados. La alegría evidenciada en las redes sociales nos ayuda a que nuestros ánimos no decaigan. La posibilidad de operar a través de internet nos amplia nuestro umbral profesional y económico. Los que padecieron la gripe española no contaron con medios parejos, ni de lejos. ¿Contribuirá la presente situación a remodelar la estructura económica española? ¿Concienciará más de la necesidad de reequilibrar la distribución de la población en el territorio, escapando de la saturación como del despoblamiento? Todavía es muy pronto para decirlo.

                No cabe duda que una situación como la presente somete a dura prueba a pequeñas y medianas empresas, en un país con un notable sector de servicios. El paro amenaza la plantilla de más de una factoría industrial. Las ayudas o las políticas fiscales serán de incalculable valor para remontar el bache. Confiemos en que la expansión vital que se anuncia tras el confinamiento ayude a la recuperación a todos los niveles.

                Todas las personas estamos inmersas, de una u otra manera, en esta situación y de manera conjunta derrotaremos al coronavirus con las armas del Estado del Bienestar y nuestra firmeza social. El pueblo español ganará esta guerra.

                HISTORIARUM.