¿DINERO PARA EL REY? Por Víctor Manuel Galán Tendero.

07.12.2021 12:05

 

                El poder de los reyes de Castilla se manifestó ante los demás a través de sus oficiales, caballeros y castillos a tenencia de España. En las atribuladas Cortes de Carrión de 1316-17, se pudo comprobar que todo aquel poder era nulo sin el respaldo de los oportunos fondos económicos. Según la referencia de las rentas de 1290-92, el  monarca de Castilla necesitaba unos 9.600.000 maravedíes.

                La cifra era fabulosa, especialmente si las comparamos con otras. Con motivo de su participación en las Cruzadas, el emperador Enrique VI pagó el equivalente de unos 600.000 maravedíes (unos 2.380 kilogramos de oro)  para poner en pie una fuerza de 1.500 caballeros y 4.000 infantes. La liberación de Ricardo Corazón de León por Leopoldo de Austria determinó la entrega de 150.000 marcos de plata, unos 30.000 kilogramos. Alfonso VIII de Castilla satisfizo desde 1188 unos 90.000 maravedíes por el matrimonio de su hermana Berenguela con el duque Conrado de Rothenburg, el hijo del emperador Federico I.

                Los representantes en las Cortes de Carrión, a pesar de la magnitud de la suma requerida, aprobaron los diezmos de los puertos, cuyo cobro se remontaba a tiempos de Alfonso X, y tres ayudas, equivalente cada una al pago de una moneda forera.

                ¿Por qué se hizo tal sacrificio ante un monarca abatido? Muchos nobles y gente guerrera se beneficiaron de las arcas reales a través de las soldadas o acostamientos. En 1288, el príncipe Juan cobró una soldada de 416.000 maravedíes, y el noble leonés Diego Ramírez de unos 66.000. En 1290-92, Fernán Pérez Ponce cobró otra de 28.000 maravedíes por veintitrés hombres. La ayuda al rey era bien interesada.

                Fuentes.

                Carlos Estepa, “War and Taxation. The Soldadas from the Reign of Alfonso VIII of Castile to the 13th Century”, Imago temporis: medium Aevum, 2015, pp. 211-223.