¿FUSILES PRUSIANOS O ESPAÑOLES? Por Víctor Manuel Galán Tendero.

12.05.2023 12:40

               

                En 1800, el poder francés intentó conquistar Egipto y extender todavía más sus dominios en Europa. En estas circunstancias, España se mantuvo atenta. Su alianza con Francia para frenar a Gran Bretaña tuvo un importante coste, con puntos como la cesión de la Luisiana. Con timidez, los diplomáticos españoles comenzaron a explorar otras posibilidades, como un acercamiento a Prusia, cuyo ejército había sido reformado intensamente en el siglo XVIII.

                A la corte de Berlín se destinó como ministro plenipotenciario al teniente general Gonzalo O´Farrill, un hombre experimentado que había mostrado su gusto por estudiar las cuestiones de innovación militar. El 18 de junio de 1800 informó con gran interés al inspector general de caballería sobre las maniobras de primavera del ejército prusiano, en las que tomaron parte las fuerzas de Berlín, Potsdam y sus inmediaciones.

                Cuando la guerra con Portugal forzó la mejora de los fusiles del ejército español, junto con la conveniencia de las carabinas, ofreció sustanciosas noticias desde Berlín. En mayo de 1801, se presentó un nuevo modelo de fusil, a cuyos creadores se agració con la Cruz del Mérito y 20.000 pesos. El rey de Prusia Federico Guillermo III ordenó fabricar sesenta fusiles de prueba. Sin embargo, O´Farrill observó problemas a la hora de disparar en tres filas, decantándose por el fusil del teniente coronel Juan María Ponce ante la Junta de Ordenanzas. Intereses y razones técnicas aconsejarían dejar a un lado la opción prusiana.

                Fuentes.

                ARCHIVO GENERAL DE SIMANCAS.

                Secretario de Estado y del Despacho de Guerra, Legajo 7326 (número 8).