BAKU, EL DEVORADOR DE SUEÑOS. Por Víctor Hernández Ochando

11.07.2014 18:35

Baku

    El baku es una criatura mágica originaria de China, pero que en el siglo XVII tuvo mucha importancia en Japón. Dice una leyenda que cuando los dioses terminaron de crear a los animales, usaron las partes que sobraron para formarlo. Esta criatura tiene cuerpo de oso, nariz de elefante, patas de tigre, cola de buey, y ojos de rinoceronte, aunque en algunas representaciones se asemeja a un tapir asiático.

    A lo largo del tiempo su leyenda ha sufrido varias modificaciones. Según las leyendas chinas, se cazaba a los baku para hacer mantas con su piel ya que protegían de enfermedades y malos espíritus. Cuando la piel escaseó, se garantizaba que con poner una imagen de un baku sobre la cama o el kanji bordado en la almohada daba los mismos resultados.

    La leyenda japonesa sigue presente desde el momento en el que se adoptó. El baku es un guardián de los sueños ya que devora las pesadillas de las personas y las libera de la angustia. Él las atrapa dejándose caer sobre ellas y absorbiéndolas con su trompa y posteriormente las transforma en buena fortuna. En ocasiones, un baku muy hambriento puede ser dañino porque puede aspirar las ambiciones y esperanzas de una persona además de darle problemas para conciliar el sueño.

    Para que el baku acuda a atrapar la pesadilla se le debe de invocar mediante la frase Baku kurae! (Baku, devora el sueño maligno) repitiéndola tres veces. Cuando está alimentándose es muy importante no observarle ya que su aspecto tenebroso causa más pesadillas. Tras devorar la pesadilla, la persona no podrá recordarla. A este suceso se le atribuye el hecho de que muchas veces nos despertamos sin acordarnos de lo que hemos soñado.