CIFRAS CON HISTORIA. ¿Fueron productivos los esclavos del Brasil colonial?

30.10.2014 15:57

               Las cifras recopiladas por los historiadores contienen una enorme cantidad de información, y mueven a la reflexión. Un ejemplo son las columnas que ofrecemos a continuación. En la A aparecen los precios en el mercado internacional de la arroba de azúcar en reis, en la B el precio de un esclavo africano en el Brasil portugués, en la C el valor anual en azúcar producido por un solo esclavo al año, y en la D el tiempo en meses que tardaba un esclavo en completar su precio de compra. La frialdad de los números no oculta una realidad cruel e inhumana.

Año                       A                            B                             C                             D

1608                      1´080                     30                           43                           8´3

1635                         812                     39                           33                         14´3

1700                      1´600                     80                           65                         14´8

                (Fuente: S. B. SCHWARTZ, Colonial Brazil, c. 1580- c. 1750: Plantations and Peripheries, Cambridge History of Latin America, vol. II, p. 438).

                Sólo un 20% de los esclavos del Brasil portugués de finales del siglo XVII tenía menos de catorce años. Privados de su dignidad humana, separados de sus lugares de origen y carentes de una vida familiar auténtica, los esclavos no acostumbraban a engendrar más esclavos. Los grandes propietarios de ingenios azucareros no tuvieron más remedio que comprarlos de los comerciantes que frecuentaban la costa africana, tráfico en el que descollaron los portugueses desde el siglo XV.

                Hacia 1635 la embestida holandesa contra el Brasil portugués, todavía unido al imperio español, ocasionó no pocos problemas a su producción azucarera. El abastecimiento de mano de obra esclava se resintió, y el precio de la arroba de azúcar descendió, encareciéndose los costes. Los plantadores brasileños parecían condenados a un círculo vicioso, capaz de aniquilarlos.

                A finales del siglo XVII las cosas habían cambiado. Los portugueses del Brasil habían roto su fidelidad al rey de España, derrotado a los holandeses y concertado acuerdos con los ingleses. El África portuguesa volvía a ser más segura, y nuevos mercaderes esclavistas alcanzaron la costa brasileña. En Europa el azúcar de origen colonial reforzó su buena acogida entre los grupos con mayor ascendencia y poder adquisitivo.

                                            

                Las colonias de plantación colonial eran objeto de deseo de los mercantilistas. Subió el precio del azúcar y de los esclavos, que consiguieron aumentar la productividad a costa de un terrible sufrimiento humano, con enormes pérdidas de vidas, que se refleja en el frío y elocuente período de casi quince meses que tardaba un pobre esclavo en pagar su precio de esclavización. No siempre la productividad ha sido (ni es) precisamente buena…

                Víctor Manuel Galán Tendero.