DOCUMENTO HISTÓRICO. El diario de un soldado veterano de Napoleón.

15.08.2015 22:00

    “De repente ya llevo cinco meses en España cruzando todas las montañas, combatiendo todos los días, pasándose las balas frecuentemente por los oídos. Mal alojado, carezco de tiempo para comer algo al retirarme de la mesa a golpes de fusil, pues las balas impactan en nuestros platos (27 de abril de 1810).

    “De Segovia a Madrid contemplamos en el camino nueve franceses descuartizados a los que les habían mutilado sus partes y puestas en la boca y a otro con los ojos arrancados, los cinco dedos de su mano izquierda cortados y sus partes puestas en la derecha. Así es como los bandidos tratan a nuestros pobres camaradas cuando los atrapan. En venganza, cuando los atrapamos, se les fusila y penden de un palo hasta que los devoran los buitres (3 de noviembre de 1810).

                

    “Todo el mundo abre fuego contra nosotros, hombres, mujeres e incluso niños. Todo el mundo nos odia (1 de agosto de 1811).

    “Cuando nos retiramos de una localidad, los bandidos irrumpen. Hay bandidos por toda España.

   “Al presente se forma a diario en nuestros alojamientos, batiéndonos a diario con sus habitantes (16 de enero de 1812).

    “Vamos a diario a dar caza a los bandidos por la montaña. Todos los portadores de armas son juzgados y condenados a la horca. Los correos escoltados por fuertes destacamentos son constantemente hostilizados. Sólo se puede viajar en tropa, reunidos (12 de junio de 1812).

    Entradas del Diario del veterano Jean-Alexis Herman contenidas en L´heritage de la Revolution Française 1794-1814, CGER, Bruselas, 1989, pp. 216-217.

    Procedente de Valonia, Jean-Alexis Herman participó en las campañas de Egipto, Italia y Suiza. Pese a padecer cuatro graves heridas, rechazó que se le concediera una pensión. Antes de partir para Rusia, conoció en primera persona los horrores del frente español, tildando a los guerrilleros de bandidos según los usos de las fuerzas napoleónicas.

    Selección y adaptación de Víctor Manuel Galán Tendero.