EL FRANCO CONDADO EN TIEMPOS DE LOS AUSTRIAS. Por Víctor Manuel Galán Tendero.

11.12.2021 11:37

 

                Entre los territorios de la Monarquía hispánica estuvo el Franco Condado, que en 1678 pasó a Francia por el tratado de Nimega. Había formado parte de los dominios de los duques de Borgoña, y en consecuencia engrosó la importante herencia de Carlos V, que le concedió privilegios comerciales y financieros. Besançon pudo acuñar moneda. Destacó como gobernadora doña Margarita de Austria, que aquietó las disputas nobiliarias y estableció el parlamento de Dôle.

                El Franco Condado fue una pieza clave del Camino Español a los Países Bajos, y sus gentes sirvieron a la casa de Austria durante décadas. En El siglo de Luis XIV, Voltaire describió en tonos favorables aquella época del Franco Condado:

                “Esta provincia, bastante pobre en dinero pero muy fértil y bien poblada, que se extiende cuarenta leguas de largo por veinte de ancho, tenía el nombre de Franco y de hecho lo era. Los reyes de España fueron más sus protectores que sus amos. Aunque este país estaba bajo el gobierno de Flandes, dependía poco de él. Toda la administración fue compartida y disputada entre el Parlamento y el gobernador del Franco Condado. El pueblo gozaba de grandes privilegios, siempre respetados por la corte de Madrid, que salvó a una provincia celosa de sus derechos y vecina de Francia. La propia Besançon fue gobernada como una ciudad imperial.

                “La gente nunca vivió bajo una administración más amable y no estuvo tan apegada a sus soberanos. Su amor por la casa de Austria se conservó durante generaciones; pero este amor era, en el fondo, el de la libertad.”