EL INTERÉS DE LA INCORPORACIÓN DE ESPAÑA A LA OTAN

03.06.2020 15:39

 

                A mediados de la década de 1970, las fuerzas aéreas de Estados Unidos y la República Federal Alemana carecían de espacio suficiente para maniobrar con agilidad en el centro de Europa por la densidad del tráfico aéreo civil. Demasiado expuesto tal territorio a las acciones del bloque soviético, los aliados buscaron alternativas.

                La península Ibérica ofrecía notables alicientes estratégicos y los alemanes occidentales ya habían contribuido a la construcción de la base aérea portuguesa de Beja. Servía de enlace intercontinental, pero el gobierno franquista no puso facilidades en la utilización del espacio aéreo español. A la muerte de Franco, se plantearon otras posibilidades, como la integración de España a la OTAN en complemento a la de la Europa comunitaria. Las Bardenas Reales fueron entonces particularmente apreciadas por los estrategas atlánticos.

                Antes de las elecciones generales democráticas del 15 de junio de 1977, se abordó desde Washington y Bonn la incorporación española. En mayo de 1976, el capitán de navío R. A. Komorowski publicó al respecto un informe en United States Naval Institute proceedings, del que extraemos los siguientes pasajes:

                “No hay razón para esperar a la plena maduración de la aceptabilidad política de España para todos los miembros de la NATO antes de empezar a desarrollar la madeja de lazos defensivos entre España y la Organización.

                “Para acciones que podrían llevarse a cabo dentro del área geográfica de común interés en el caso de un ataque contra España o contra los Estados Unidos en el contexto de un ataque general contra Occidente.

                “La mayor parte de Occidente descuida la discusión pública o el estudio y planificación oficiales de un pleno papel español en la común defensa de la NATO.

                “Es urgentemente necesario acelerar este proceso por todos los medios políticamente posibles.

                “Las bases aéreas de la NATO están tan saturadas que los planificadores aéreos podrían descubrir importantes usos –operacionales, de dispersión o de reparación- para las actuales bases aéreas españolas.”

                Fuentes.

                Sarasqueta, A., Después de Franco, la OTAN, Barcelona, 1985.

                Selección de Víctor Manuel Galán Tendero.