EL OFRECIMIENTO OTOMANO DE PAZ A ESPAÑA (1649).

12.12.2020 11:21

               

                El ofrecimiento de paz otomana al rey de España.

                “Sacra Majestad…

                “Habiendo el rey otomano mandado un embajador suyo a V. M. si resolviese aceptar dicha paz tendría grandes provechos para su Real Corona.

                “Primeramente, V. M. aseguraría sus reinos de Nápoles y Sicilia de las invasiones y daños de la armada turca y esos reinos podrían desgravarse de muchos gastos que ahora sufren para guardarlos y defenderlos sus súbditos, (que) estarían seguros de no encontrarse esclavos ni raptados.

                “Segundamente, cada año entraría en el erario de V. M. un inmenso tesoro de aduanas de las mercancías que irían de Turquía a aquellos reinos, pues la mayor parte de las innumerables mercancías que transportan de Turquía a Francia, Inglaterra y otros países se transportarían a Nápoles y Mesina por la gran vecindad y comodidad.

                “De las mismas ciudades podrían llevarse a Turquía telas de seda y paños de lana que se fabrican en cantidad y otros productos de Italia, con lo que la ciudad de Nápoles abriría un emporio en levante.

                “No digo nada de los otros intereses de Estado y ventajas grandes que resultarían de la mencionada paz, máximamente queriendo tener una embajada en aquella corte. Solo digo que ahora es la buena ocasión y la coyuntura para hacer dicha paz con ventaja y reputación de V. M. y el negocio con la ayuda de Dios será fácil (…) y no se espera para efectuarlo más que la resolución y beneplácito de V. M.”

                La cuestión según la diplomacia veneciana.

                “Despacho de 1 de septiembre de 1649.

                “El embajador turco parece que haya venido a asegurarse que la potencia española no se unirá a la veneciana a fin de tener más fácil la usurpación del reino de Candía.

                “Despacho del 6 de octubre.

                “He podido saber de fuente segura que el turco ha venido a ofrecer: dejar libres los Lugares Santos para la visita de cristianos, acabar con el uso de hacer esclavos, prohibir los corsarios y proponer el matrimonio de don Juan (de Austria) con una hija del sultán dando por dote los reinos de Túnez y Argel. Finalmente, ha ofrecido mandar un ejército de súbditos suyos de religión cristiana bajo mando de españoles para tentar la empresa de Venecia, de acuerdo con el gobernador de Milán. Parece, sin embargo, que el rey está decidido a no aceptar ningún proyecto que sea perjudicial a los príncipes cristianos.”

                Fernando Díaz-Plaja, Historia de España en sus documentos. Siglo XVII, Madrid, 1987, pp. 239-240.

                Selección de Víctor Manuel Galán Tendero.