EL REFORMISMO EN LAS FILIPINAS DE 1810-13. Por Víctor Manuel Galán Tendero.

07.05.2022 12:42

               

                Los tiempos de la guerra contra Napoleón fueron de gran agitación y de importantes cambios para todas las tierras del imperio español. En 1810 dieron comienzo los combates de la independencia hispanoamericana, y las comunicaciones con las islas Filipinas fueron sometidas a una dura prueba. Buques británicos como el Archiduque Carlos, que recalaron en el puerto peruano de El Callao, mantuvieron sus rutas de comercio en nombre de la Compañía de Filipinas.

                El 25 de noviembre de 1811 se estableció la junta de gobierno de la Compañía para mejorar su gestión en tan difíciles momentos. Ni la Regencia ni las Cortes perdieron de vista las Filipinas, a las que trataron de extender todas las disposiciones tomadas trabajosamente en la asediada Cádiz. Así se encomendó a su capitán general José Ramón de Gardoqui en 1813.

                La mejora de la administración económica era perentoria, y se encareció la inspección de los bienes de propios y arbitrios de cada municipalidad. La revisión del estado de los caminos, puentes y canales también fue de gran interés.

                En las Filipinas de inicios del siglo XIX se intentó aplicar una buena parte del ideario de la Ilustración, más allá de la supresión de la Inquisición. Se podía proceder al reparto de tierras en ciertas condiciones, se elaboraría un estado médico de sus islas, se visitarían sus cárceles con vistas a su mejora, se reformarían sus centros de enseñanza y se reconocería la igualdad de empleos a sus naturales. La proclamación de la Constitución de 1812 sería uno de sus pináculos.

                Fuentes.

                ARCHIVO GENERAL DE INDIAS.

                Filipinas, 389, N. 38.