ENTRE EL INTEGRISMO Y EL PACTO. Por Víctor Manuel Galán Tendero.
Dentro de los partidarios de la Restauración se diferenciaron los más afines de Cánovas de los antiguos moderados. Aquéllos se mostraron más favorables al compromiso con otras tendencias liberales. Cánovas impulsó la Segunda Cuestión Universitaria para satisfacer a los moderados, pero impuso el artículo 11 de la Constitución de 1876 acerca de la Libertad de Cultos. El establecimiento del nuevo régimen contribuyó al desarrollo de distintas tendencias en el seno del catolicismo español.
La posibilista se mostró conforme a hacer concesiones en algunos puntos y de participar en la dinámica electoral impuesta. Por el contrario, la carlista no quiso saber nada de componendas, tomando parte en las elecciones de forma muy puntual. De esta última se separó la tendencia integrista, encabezada por Nocedal, el director del Siglo Futuro. Ni se debía de participar ni conciliar.
El integrismo tuvo importantes partidarios en la jerarquía eclesiástica y el periodismo, que llegaron a plantear serios problemas de obediencia. Ciertos obispos cuestionaron al nuncio apostólico, y algunos periodistas las de determinados obispos. Sintomáticamente, tras haber procurado censurar nuevamente, la Iglesia alentaría los medios de comunicación afines para combatir con las mismas armas que sus oponentes.
Durante la Restauración hubo una aproximación entre el Estado y la Iglesia católica, tanto por el deseo canovista de atraer a los disidentes conservadores como por el del Papa León XIII de proteger los derechos eclesiásticos. El apoyo español le fue de utilidad a la Santa Sede frente a otros Estados. En las negociaciones desempeñó un importante papel el nuncio Rampolla.
Los debates se centraron en el reconocimiento por la Iglesia del matrimonio civil, pues aquélla insistía que se trataba de un sacramento que no podía ser regulado por un poder laico. También se discutió sobre la influencia eclesiástica en la enseñanza, oponiéndose a veces la Iglesia a la obligatoriedad de la enseñanza primaria por considerarla contraria a la familia. Al final se reconocieron los centros privados auspiciados por la Iglesia para ejercer la enseñanza.
Se ha considerado que tal acercamiento tuvo la misma importancia que el Pacto de El Pardo para la estabilidad del régimen, inquieto por las intentonas republicanas y la difusión de ideas socialistas.
Para saber más.
Carlos Dardé, La Restauración, 1875-1902. Alfonso XII y la regencia de María Cristina, Madrid, 1996.
