HORAS CRÍTICAS EN GAZA. Por Víctor Manuel Galán Tendero.

15.10.2023 12:26

 

                A estas horas todo parece anunciar que más tarde o más pronto el ejército israelí atacara la franja de Gaza. En una tierra tan estrecha como sobrepoblada, se teme con razón un desastre humanitario de proporciones colosales. Aunque los aliados de Israel reconocen su derecho a contestar a los recientes atentados de Hamás, también le piden proporcionalidad.

                Los rehenes en manos de Hamás no han sido liberados, y los corredores humanitarios brillan por su ausencia. Ni Egipto ni Hamás los han permitido por ahora. ¿Cuál es la razón de la estrategia de Hamas? Quizá, el martirio en honor de la yihad.

                Distintos análisis apuntan que Israel parecía ultimar un gran acuerdo de paz con distintos países musulmanes. En un Oriente Próximo pacificado, fluirían las inversiones internacionales con mayor facilidad y los usos occidentales se difundirían de manera más intensa, con más turistas visitándolo. El pasado mundial de futbol en Qatar demuestra que tal posibilidad no es una quimera. En este nuevo orden, el rigorismo islamista se resentiría en favor de unas formas más aperturistas.

                En ciertos círculos integristas, tal posibilidad sería la de resignarse a estar sometidos a un poder infiel, a convertirse en una suerte de mudéjares. La paz, según esta óptica, sería un presente envenenado, que debe de evitarse arrojándolo con sumo desdén.

                La yihad sería la solución de unos integristas que verían su mundo a punto de perecer. En esta ocasión no sólo implicaría a unas autoridades, a un grupo político o a unos particulares, sino a un territorio mismo. Gaza, con sus gentes, se convertiría en el cordero del sacrificio, la tierra de la yihad por antonomasia capaz de movilizar voluntades. Hamás parece incitar a Israel a irrumpir en Gaza, donde quizá se libraría una batalla de consecuencias trascendentales. No es la primera vez, desde luego, en la Historia que se juega con los peligros del fuego.