LA ALTA CORRUPCIÓN EN LA ESPAÑA DE HACE CUATRO SIGLOS.
En 1603 Felipe III ratificó su confianza pública en don Francisco de Sandoval y Rojas, el célebre duque de Lerma, cuyo nombre se ha asociado con la corrupción. Uno de sus rivales, don Juan de Tassis y Peralta (segundo conde de Villamediana), lo atacó en un duro poema. A su entender, los males de España como los impuestos de los millones o la venalidad de cargos públicos eran consecuencia directa de su rapacidad:
“De que en Italia barbados
anden obispos y papas,
y en Castilla anden sin capas
y los más de ellos rapados;
y que en Lerma con candados
esté de España el dinero,
afirmar que por cierto quiero
que el que el dinero ha guardado
y a los obispos rapado,
será de España barbero.
Las Indias están rindiendo
el oro y plata a montones,
y España con sus millones,
aunque la van destruyendo.
Cada día están vendiendo
cien mil oficios, señor,
usan muy gran rigor
en destruir vuestra tierra,
gastóse aquesto en la guerra
o en Lerma diré mejor.”
Conde de Villamediana, Obras. Edición de Juan Manuel Rozas, Madrid, 1969.
Selección de Víctor Manuel Galán Tendero.