LA CAMPANA DE HUESCA.

25.08.2018 11:50

                Apurada situación del rey Ramiro de Aragón.

                “Et encontinente los aragoneses levantaron rey a Don Remiro et diéronle por muller la filla del conde de Piteus. Et por razón que sines consello de los aragoneses los navarros habían levantado rey, empeçaron de haver malquerencia unos contra otros. Et aquesti Don Remiro fue muyt bien et muyt francho a los fidalgos, de manera que muytos de los lugares del Regno dio a nobles et cavalleros, et por esto no lo preciaron res. Et fazían guerras entre sí mismos en el Regno et matavan et robavan las gentes del Regno. Et por el rey que non querían cessar aquesto et fue puesto en gran perplexidat cómo daría remedio a tanta perdición del su Regno et non osava aquesto revelar a ninguno.

                Ramiro pide consejo al monje Forzado.

                “Et por dar remedio al su Regno enbió un mensagero al su monasterio de Sant Ponz de Tomeras, con letras al su maestro, clamado Forçado que era seido, porque ys costumbre et regla de monges negros que a todo novicio que era en la Orden dan un monge de los ancianos por maestro. Et según la persona de aquesti Don Remiro que merecía dieronli el maestro muyt bueno et grant savio; en las quales letras, recontava el estancamiento del su Regno et mala vida que passava con los mayores del su Regno rogándole que le consellasse lo que faría.

                El consejo del monje.

                “El maestro con grant placer que havía recebidas las letras pensó que sería irregular si le conselleva que fiziés justicia, clamó el mensagero al huerto en el qual havía muytas coles et sacó un ganivet que tenía, et teniendo la letra en la mano et leyendo, talló todas las coles mayores que yeran en el huerto, et fincoron las solo chicas; et díxole al mensagero: “Vete al mi señor el rey et dile lo que has visto, que no te do otra respuesta.”

                El rey interpreta el consejo.

                “El qual mensagero con desplazer que respuesta non le avía dada, vínose al rey  et recontóle que respuesta ninguna non le havía querido fazer, de la qual cosa el rey fue muit despagado, pero quando contó la manera que havía visto, pensó en sí mesmo qu´el huerto podía ser el su Regno, las coles yeran las gentes del su Regno. Et dixo: “por fer buenas colles, carne y a menester”. Et luego de continent envió letras por el Regno a nobles, cavalleros et lugares que fuesen a Corts a Huesca, metiendo fama que una campana quería fazer en Huesca que de todo su Regno se oyesse, que maestros havía de Francia que la farían; et aquesto oyeron los nobles et cavalleros, dixeron: “Vayamos a veer aquella locura que nuestro rey quiere fazer”, como aquellos que lo preciavan poco.

                Don Ramiro ordena aplicarlo.

                “Et quando fueron en Huesca fizo el rey perellar ciertos et secretos hombres en su cambra armados, que fiziessen lo qu´él les mandaría. Et quando venían los richos hombres mandávales clamar uno a uno a consello, et como entravan assí los mandava descabeçar en su cambra. Pero clamava aquellos que le yeran culpables, de guisa que de XII richos hombres et otros cavalleros escabeçó ante que comiés, et avría todos los otros cavalleros assí mesmo descabeçado, si non por qual manera  que fue lo que lo sintieron, que yeran de fuera et fuyeron.

                Los nobles ejecutados.

                “De los quales muertos ende havía los V que yeran del linage de Luna, Lope Ferrench, Rui Ximénez, Pero Martínez,  Ferrando et Gómez de Luna; Ferriz de Liçana, Pedro Vergua, Gil D´Atrosillo, Pero Cornel, García de Bidaure, García de Penya et Remón de Fozes; Petro de Luesia, Miguel Azlor et Sancho Fontana, cavalleros. Et aquellos muertos, no podieron los otros haver que yeran foídos, sosegó su Regno en paz.”

                 Fragmentos de la Crónica de San Juan de la Peña en Épica medieval española. Edición de Carlos Alvar y Manuel Alvar, Madrid, Cátedra, 1991, pp. 310-315.

                Selección de Víctor Manuel Galán Tendero.