LA COMEDIA HASTA EL RENACIMIENTO. Por Víctor Hernández Ochando
La comedia nació en la Antigua Grecia como una derivación de las ceremonias al dios del vino Dionisio pero, al contrario que la tragedia, ésta se desarrolló en zonas rurales donde se celebraban los como, fiestas dadas a los bailes, cantos y jolgorios y que enfatizaban el carácter burlesco que sin embargo se alejaban del espíritu religioso original.
Aristófanes, el primer comediógrafo de la historia, veía la comedia como una manera de poder satirizar sobre las cuestiones del momento. Se conservan once obras completas de Aristófanes y se las clasifica dentro del periodo conocido como la “comedia antigua”, representaciones de comedias en Atenas durante el siglo V a.C. Estas obras acababan siendo una miscelánea de religión, crítica social, política y literatura mezcladas con sátira bufonadas sin demasiado orden.
En la posterior “comedia media” el coro pierde mucha importancia, se deja de reconocer al individuo que se ridiculizaba y vuelven los temas mitológicos. La “comedia nueva” viene después con Menandro, que elimina el coro, complica las tramas, vuelve a tratar temas cotidianos y añade un escenario fijo: un ágora con dos casas enfrentadas.
Roma no hace avances con lo heredado de los griegos, como se observa en la poca diferencia entre la comedia palliata, que era una traducción e interpretación de una comedia nueva griega y la comedia togata, de carácter más nativo pero muy influenciada por lo anterior. Mientras que Plauto era mejor en la farsa y en las adaptaciones, Terencio trabaja más las formas, la psicología y la moral en sus obras.
La Edad Media reinventa el teatro a partir de las celebraciones religiosas y con el tiempo se vuelve a dejar que las obras adquieran un carácter profano y por lo tanto, nuevas comedias. El humanismo retoma el arte clásico, a Plauto y a Terencio, con los que darán vida a comedias eruditas, tanto en latín como en lengua vulgar.
Popular y culto se enfrentan constantemente en el siglo XVI y la comedia a la antigua de Ariosto, Aretino o Maquiavelo poco a poco fue perdiendo el interés y fue desplazada por la commedia dell’arte, caracterizada por la improvisación y el uso de elementos carnavalescos y del teatro popular.
El Renacimiento es un momento de expansión de ideas por toda Europa y surgen dos tendencias muy creativas de la comedia. En España un género muy personificado debido a Tirso, Calderón o Lope de Vega, cuya comedia dinámica y llena de expresividad traspasa las fronteras del país. Mientras, en Gran Bretaña surge la comedia isabelina, con una comicidad directa y sincera de los clowns, personajes que daban el toque cómico en las obras tan elaboradas como las de Shakespeare.