LA CULTURA DE LAS ESTEPAS DE LOS KURGANES. Por María Berenguer Planas.

27.06.2015 10:12

                Al Norte del mar Negro se desarrolló a partir de la Edad del Cobre una cultura que erigió túmulos o kurganes. Abarcó en líneas generales a mediados del tercer milenio antes de Jesucristo el territorio extendido entre el Oeste de Ucrania y el Baikal, pasando por el Cáucaso, de gran complejidad cultural.

                

                Tradicionalmente se ha vinculado la aparición de esta cultura a pueblos de pastores venidos de más allá de los Urales, que adoptaron progresivamente objetos de cobre y más tarde aprendieron a explotar las minas del territorio. Los recién llegados de todos modos no actuaron en el vacío y se encontraron unas gentes que imprimieron a su cultura unas características particulares. Por ello distinguimos varias grandes áreas dentro de los kurganes.

                            

                La de los herederos de Mariupol, ubicado al Norte del mar Negro, prosigue a su modo la tradición del yacimiento arqueológico de tal nombre, en el que se encontró una enorme fosa de 28 metros de largo, dividida en secciones a lo largo del tiempo, capaz de acoger al menos unas 124 inhumaciones. Los restos de huesos de animales, de cerámica y de útiles indican la presencia de un grupo neolítico que influyó en las posteriores fases culturales.

                En Kazakhstan, Sur de Rusia y Este de Ucrania se desarrolló particularmente la cultura de las estepas de los constructores de las tumbas bajo túmulo, que pasaron de los más elementales enterramientos en pozo a las más elaboradas de cabaña, asociadas a una fase territorial de expansión de Asia a Europa. Las ofrendas encontradas en las tumbas son más modestas que las de la precedente área, aunque las tumbas se asocian frecuentemente a poblados organizados de viviendas de piedra con planta rectangular, lo que matiza considerablemente la imagen de gentes nómadas de los kurganes.

                 Las poblaciones del Norte del Cáucaso, que acusaron influencias de Asia Menor y Persia, deparan hallazgos tan extraordinarios como la gran tumba real de Maikop, con valiosos objetos de oro y plata.

                Las extensiones hacia el Danubio y el Norte de Europa de esta cultura prosiguieron realizando tumbas bajo túmulo, sacrificando ritualmente ganado y erigiendo viviendas rectangulares.

                Indiscutiblemente las estepas nunca constituyeron un mar uniforme y las poblaciones, ya de por sí complejas, que avanzaron de Este a Oeste se encontraron ante situaciones ecológica y culturalmente muy diversas, que se reflejarían cumplidamente en la posterior evolución histórica.