LA FLOTA NAZARÍ Y EL DOMINIO DEL ESTRECHO. Por Víctor Manuel Galán Tendero.

06.02.2021 10:15

               

                Los nazaríes no descuidaron en absoluto su armada de guerra. En posesión de un extenso y rico litoral, descollaron sus puertos de Almería, Almuñécar y Málaga en el Mediterráneo de la Baja Edad Media. El desarrollo del comercio marítimo acrecentó el valor del dominio del estrecho de Gibraltar, punto de gran importancia estratégica, ribereño de la Granada nazarí.

                El paso del Estrecho por fuerzas musulmanas fue asegurado también por naves de guerra del emirato de Granada. Por imperativos políticos, cooperaron sus fuerzas navales con las de los benimerines en grandes batallas, como la del asedio cristiano de Algeciras en el 1279. El emir Muhammad II mandó entonces doce de sus barcos de guerra.

                Muhammad III pretendió el control de Ceuta, que logró en el 1306. Sus barcos atacaron la Corona de Aragón y el reino de Mallorca. Sin embargo, no consiguieron impedir la llegada en 1309 de la flota aragonesa a Almería. Las espadas permanecían en alto.

                Con Castilla, a la que Granada estaba sometida a tributo, también hubo serios enfrentamientos en los mares. Si en 1311 vencieron a los castellanos, éstos los derrotaron en 1325. Contra los granadinos, buscaron los castellanos la asistencia naval de genoveses y aragoneses.

                Se formaron dos grandes coaliciones, a despecho de la rivalidad entre cada uno de sus integrantes. A la de Castilla con Génova o Aragón se opuso la de Granada y el imperio benimerín. Los sultanes benimerines albergaban no escasas apetencias sobre la Península.

                Antes de la batalla terrestre del Salado de 1340, fatal para los musulmanes, granadinos y benimerines infringieron una derrota marítima a los castellanos. Durante las operaciones por el dominio de Algeciras, que cayó en manos castellanas en 1342, los aragoneses apoyaron más decididamente a los castellanos frente a tal unión de fuerzas de los musulmanes. El dominio del Estrecho se inclinaba del lado cristiano, castellano particularmente, pero los corsarios granadinos y las naves nazaríes todavía darían mucho trabajo a sus oponentes.

                Para saber más.

                Rachel Arié, España musulmana (siglos VIII-XV), Tomo 3 de la Historia de España dirigida por Manuel Tuñón de Lara, Barcelona, 1991.