LA MINERÍA ROMANA DEL PLOMO.

23.11.2025 11:42

               “El plomo negro lo utilizamos para hacer tubos y placas, extrayéndolo con no poco trabajo en Hispania y todo a lo largo y ancho de las Galias; mas en Britania abunda tanto en la capa más alta del suelo que incluso una ley prohíbe que, en la producción de plomo, se sobrepase una cantidad prefijada. Los nombres de las variedades de plomo son estos: ovetanos, caprariense y oleastrense, y no presenta diferencia ninguna, siempre que cuando se funde el mineral se separe la escoria con sumo cuidado. Sorprendentemente resulta en las minas de este metal y sólo en ellas, que después de abandonadas se rehace y aumenta su capacidad de producción. Esto parece ocasionarlo el aire que entra y circula a sus anchas por las galerías abandonadas, lo mismo que a ciertas mujeres los abortos las hacen más fecundas.

               “Este comportamiento se ha comprobado hace poco tiempo en la mina Samariense, en la Bética, cuyo arrendamiento solía ser de 200.000 denarios al año y que, después de cierto tiempo de abandono, se ha arrendado en 245.000. De manera parecida la mina Antoniana, en la misma provincia, en análogo tipo de arrendamiento ha llegado a una renta de 400.000 sestercios.”

               Plinio, Historia Natural, XXXIV, 49, pp. 164-165. Edición de V. Bejarano.

               Selección de Víctor Manuel Galán Tendero.