LA VIDA FAMILIAR DE LOS INDÓMITOS CÁNTABROS.

22.11.2021 08:33

               

                “Circulan muchos relatos de testigos oculares sobre las costumbres en general de los pueblos iberos (de la península Ibérica). Los del norte se caracterizan especialmente no solo por su valor, sino por una crueldad e insensibilidad totalmente salvajes. En efecto, durante las guerras contra los cántabros las madres han matado a sus propios hijos para que no fueran capturados. Se dice que un niño, obedeciendo órdenes de su padre, mató a sus padres y hermanos que estaban encadenados como cautivos, y de una mujer que hizo lo mismo con sus compañeros de cautividad. Otro prisionero, llamado por unos soldados borrachos, se lanzó a una hoguera.

                “Las mujeres se dedican a las labores del campo. Después de haber parido sirven en seguida a sus maridos, quienes se acuestan, en vez de ellas, sobre la cama. Dan a luz en medio del trabajo, para luego, al borde de cualquier corriente de agua, bañar y ceñir a los recién nacidos.

                “Se cuenta, también, a propósito de la falta de sensibilidad de los cántabros, que algunos prisioneros clavados en cruces cantaban himnos de victoria. Tales actitudes podrían servir de ejemplo de costumbres salvajes. Pero los cántabros tienen otras costumbres que quizá no sean aún muy urbanas, pero al menos no son animalescas, como, por ejemplo, que los hombres den a las mujeres dote y que sean las hijas las que hereden y las que escojan esposa para sus hermanos. Esta es una especie de matriarcado, aunque no se puede denominar culturalmente avanzado.”

                Estrabón, III, 4, 17, 18.

                Selección de Víctor Manuel Galán Tendero.