05.11.2014 16:01
Desde el 8 de febrero de 1913 la Virgen del Pilar es la Patrona de la Guardia Civil por decisión de Alfonso XIII.
La devoción por la Pilarica en la Benemérita se remontaba a 1846, cuando el sacerdote don Miguel Moreno, primer capellán castrense de la Escuela de Guardias Jóvenes en Valdemoro, le consagró una capilla. En septiembre los jóvenes le consagraron su devoción, y no en octubre. Se tomó finalmente la fecha del 12 de octubre por ser la de la finalización del curso, accediendo los alumnos al reconocimiento de Guardias Civiles. Ya el duque de Ahumada, fundador de la Guardia Civil, terminaba la celebración vitoreando a España y a la entonces reina Isabel.
La devoción por la Virgen del Pilar ha sido compartida por otros muchos españoles, como es bien sabido, siendo capitana de la tropa aragonesa en los sitios de Zaragoza durante la guerra de la Independencia. El escritor valenciano del siglo XV Jaume Roig ya se hizo eco de su tradición en su obra L´espill.
Desanimado por el escaso resultado de su predicación, el mismísimo Santiago Apóstol quiso abandonar las tierras de Hispania sin demora. Cansado de tanto caminar, se sentó a la sombra de un alto pilar. Se durmió rendido. De repente una fuerte bofetada le sacó de su sueño: la Virgen María se la había dado para recordarle, como a caballero cristiano medieval, su alto deber, el de difundir la Palabra en el Finis Terrae de los romanos. Santiago cumplió su misión a la perfección, y donde se le apareció Nuestra Señora se erigió el templo del Pilar, icono de la antigua Caesar Augusta.
Al igual que Santiago Apóstol todo buen guardia civil tiene el deber caballeresco de cumplir su benemérita misión.
