LAS CARAS DE UN SANTO: SAN NICOLÁS O SANTA CLAUS. Por Javier Ramos Beltrán.

06.12.2014 16:49
 
     Se cree que vio la luz en Patara de Licia (Asia Menor) hacia el 270, y que murió un día 6 de diciembre de 345 en Myra. Sus restos descansan en Bari según la tradición medieval. Su fama excede con mucho el conocimiento historiográfico de su figura. Tiene consagrados más de dos mil templos en todo el mundo.
 

    Según la tradición, provenía de una familia rica y cristiana, sobresaliendo desde niño por su piedad y generosidad. Al morir sus padres atendió a los enfermos en una epidemia, repartió toda su fortuna entre los pobres, y se fue a vivir a Myra. Según la leyenda los eclesiásticos decidieron que el siguiente obispo de Myra sería el primer cristiano que entrara al templo, que fue Nicolás.

                                                            

    San Nicolás es el patrón de los pobres, débiles, niños, escolares, estudiantes, solteras, muchachas con deseos de casarse, novias, recién casados, empleados de parroquias, peregrinos, así como de Rusia, Grecia, Turquía, Alicante y Requena, atribuyéndole la tradición muchos milagros y buenas acciones. En cierta ocasión supo de tres mozas que querían casarse, pero su padre no podía pagarles la dote, y San Nicolás dejó caer por la chimenea unas monedas de oro que cayeron en unas medias de lana que las jóvenes habían dejado secando. Por ello se cuelgan las medias tejidas para recibir los regalos navideños. De ahí la representación del santo con las tres monedas aúreas en las manos.

    Lo celebramos el 6 de diciembre, siendo el pórtico de las celebraciones navideñas su festividad, repartiéndose a los niños dulces y regalos con motivo de su santo protector en países como Holanda. Su devoción fue llevada  durante los siglos XVII y XVIII a la América del Norte por holandeses, ingleses y alemanes. La tradición germánica de raíz católica de San Nicolás se amalgamó con la de “Father Christmas” (el padre de la Navidad) de Inglaterra. Como derivación del nombre del santo en alemán (San Nikolaus) lo empezaron a llamar Santa Claus, y fue popularizado en la década de 1820, como un amable y regordete anciano de barba blanca, al que se llama “St. Nick”, que la noche de Navidad pasaba de casa en casa repartiendo regalos y dulces a los niños en un trineo volador tirado por renos.

      La marca Coca-Cola, al utilizar al personaje como parte de su campaña comercial en Navidad, cambiaría su capa de pieles por un traje rojo y blanco, dando así lugar al personaje de Santa Claus tal como se conoce ahora, también llamado Papá Noel y por supuesto, rememorando su origen cristiano.