LAS LÁGRIMAS DE LÉON BLUM.

26.02.2022 17:00

 

                Ahora se libra la batalla por Kiev. El presidente de Ucrania Zelenski afirma que no la abandonará y ha declinado la oferta de Biden de escapar de su acosada capital. Mientras en muchos rincones del mundo se suceden las manifestaciones contra el ataque de Putin y a favor de la paz, los expertos no auguran una resistencia muy prolongada de la ciudad frente al asalto ruso.

                Las fuerzas rusas han irrumpido por los costados de una Ucrania que había recibido en las semanas anteriores muestras de apoyo de distintos países de la OTAN, comenzando por unos Estados Unidos inquietos por las ambiciones rusas. A la hora de la verdad, los ucranianos se encuentran solos y el mundo vuelve a llorar las lágrimas de Léon Blum, las vertidas por una II República española que se dejó abandonada a su suerte.

                Por mucho que nos desgarremos las vestiduras diciendo que este conflicto carece de sentido en el siglo XXI (como si tuviera algo de diferente en cuanto a la humana condición respecto a otros tiempos), acuden raudas las comparaciones con los hechos que condujeron a la II Guerra Mundial. Putin es comparado con Hitler. Ucrania es la Checoslovaquia del día, con sus particulares Sudetes incluidos. Da la impresión que no se aprende de la Historia, que en verdad de bien poco sirve.

                ¿Cómo se ha llegado a esta situación? Hace un mes, los Estados Unidos parecían con la espada en alto frente a Rusia, aprestados a defender su posición hegemónica internacional, pues la caída de Ucrania significaría una señal de zozobra de la Pax Americana, a muy poco tiempo del golpe encajado en Afganistán.

                ¿Han secundado sus socios en todo momento su firmeza? ¿Se ha ofrecido un pacto a Putin, del que ha abusado con posterioridad? ¿Se ha dado al final a Ucrania por perdida? La respuesta a todo ello la ignoramos a día de hoy, a la espera de las revelaciones documentales que nos permitan ver con claridad. Lo que no se ignora es que miles de ucranianos están pagando el pato de un gran juego que de grande no tiene nada.

                Víctor Manuel Galán Tendero.