LOS TRIBUTOS DEL REY KNUT. Por James Really.

23.06.2016 23:39

                

                Los ingleses siempre hemos tenido una relación muy peculiar con el resto de los europeos. Los recientes conquistadores de buena parte del mundo fueron los conquistados del pasado. Cuando el poder de Roma quedó abatido en Britania, los pueblos del Atlántico Norte tentaron la dominación de las islas Británicas. Jutos, anglos, sajones y daneses precedieron a los normandos de Guillermo el Conquistador.

                Años antes de la invasión del 1066 el monarca danés Knut se hizo con el dominio de Inglaterra y de una buena parte de Escandinavia. A su muerte en el 1035 regía un extenso dominio en el mar del Norte, que algunos historiadores han considerado un imperio.

                En el 1017 consolidó su autoridad al contraer matrimonio con Emma de Normandía y someter a los nobles díscolos de Inglaterra. Era el momento de imponer también el orden fiscal.

                Al año siguiente impuso un veterano tributo vikingo, el danegeld, que le permitió recaudar 10.500 libras en Londres y 72.000 en el resto del territorio inglés. Con semejante cantidad de dinero lograda se pagó a las fuerzas que habían posibilitado la conquista.

                Mantener semejante despliegue militar hubiera agotado el territorio y conducido a una mayor contestación política. Knut se mostró prudente. Redujo entonces sus fuerzas a cuarenta barcos con sus tripulaciones, atendidas con un nuevo tributo, el heregeld.

                Quizá las actuales controversias sobre la pertenencia británica a la Unión Europea arranque de este período de intensas relaciones e imposiciones. Nuestro mundo no surge de la nada.