¿PODRÍA PASAR EN ESPAÑA LO MISMO QUE EN YUGOSLAVIA? Por Laura Gárate Zanón.

13.06.2014 17:09

    Creo que en España no podría ocurrir lo mismo, pero sí podrían darse enfrentamientos similares o actos diferentes con un fondo como el yugoslavo en términos más benignos.

    En una pequeña comparación vemos que Yugoslavia cultivó una mentalidad militarista muy digna del comunismo asediado, una mentalidad muy distinta a la de los españoles actuales, que se enfrentarían en caso hipotético en términos más suaves. Sin embargo, tanto España como Yugoslavia han tenido importantes divisiones territoriales.

    Yugoslavia estaba dividida en cinco grandes entidades (como Croacia o Eslovenia), que al principio tenían buena relación entre sí. En todos los Estados, por otro lado, han habido diferencias entre sus componentes regionales. En la España de las diecisiete comunidades autónomas y dos ciudades autónomas siempre hay quien presenta mayores beneficios o mayor progreso económico. Quizá los enfrentamientos entre ellas puedan llevar a una situación yugoslava, pues en Cataluña y en el País Vasco muchos desean seguir sus propias normas enfrentándose con el resto de España, de las instituciones e incluso de la población para salirse con la suya.

    En los análisis sobre Yugoslavia sobresale la figura de Tito, un dictador de ideas tajantes al que le gustaba que se realizase lo que él decía, cosa que pasa actualmente con Artur Mas. De todos modos Tito fue un punto de unión y no de separación, haciéndose inevitable hablar de la figura del rey don Juan Carlos I y de su reciente abdicación el pasado 2 de junio.

    No creo que su figura ni la del futuro Felipe VI sean equiparables con Tito, pese a las controversias suscitadas reclamándose una III República. Nunca han pretendido implantar una política represiva. Por mentalidad no creo que los españoles sigamos el camino yugoslavo, pese a que cuestiones como las de la continuidad de la monarquía precisen a mi entender un referéndum en el que se pueda apreciar la opinión de la calle. De todos modos los enfrentamientos entre comunidades autónomas proseguirán en el futuro, algo que debería cambiar si deseamos evitar males innecesarios.