PROVEER DE ARMAS AL EJÉRCITO DE FELIPE IV. Por Víctor Manuel Galán Tendero.

07.04.2022 17:44

                La defensa de los dominios imperiales españoles resultó, como poco, compleja. En los Consejos del reinado de Felipe IV se instó a reforzar las posiciones militares en los Países Bajos para evitar ataques a Italia y a la misma España. El estallido de la rebelión catalana en 1640 empeoró sus problemas militares, y España tuvo que recurrir con mayor énfasis a los recursos italianos.

                En la primavera de 1643, los proveedores militares concertaron diversos suministros de armas con hombres de negocios italianos. Melchor Ortiz fue uno de aquéllos. Allegó una provisión de 270 cajas de armaduras y ochenta balas de cuerda.

                Las embarcó hacia Alicante, donde el subrogado de gobernador Adrián Scorcia, de la aristocracia de la ciudad, debía recibirlas y enviarlas a Zaragoza. Allí se estaba fortaleciendo el ejército real, presto a actuar en el frente de Cataluña.

                El despliegue de provisión de armamento se completó entonces con otras medidas, como el envío a la limítrofe Vinaroz de 700 barriles de pólvora, procedentes de Ibiza, isla de por sí amenazada. Librar guerras fue todo un reto para la logística imperial española.

                Fuentes.

                ARCHIVO DE LA CORONA DE ARAGÓN.

                Consejo de Aragón, Legajos 0564, nº 014.