TEODORICO EL GRANDE, DEL APRENDIZAJE AL DECLIVE. Por Juan Cano Soriano.

01.10.2016 09:57

 

    Teodorico el Grande nació en el 454. No está claro donde, ya que algunas fuentes ubican su nacimiento en Panonia, pero esto no está confirmado. Su padre fue Teodomiro, rey de los ostrogodos. Teodorico, siendo todavía un niño, fue enviado por su padre a Constantinopla como rehén. Allí recibió la educación propia de un príncipe romano, entró en contacto con la cultura grecolatina y comenzó  a inmiscuirse en política. Al regresar con los ostrogodos, su padre estaba en batalla ante los continuos ataques de pueblos como los gépidos, los alamanes, los suevos, los sármatas y lo que quedaba de los hunos. Sin aguardar al regreso de su padre atacó la ciudad de Singidunum (actual Belgrado), ocupada por los sármatas, siendo esta su primera campaña militar. Sucedió a su padre en el trono a los 20 años en el 474 y estableció a su pueblo en Dacia.

    Estuvo al servició del Imperio Bizantino, donde fue nombrado patricio y Magister Militum por el emperador Zenón, que le encargó en el 488 la conquista de Italia, ocupada por Odoacro, rey de los hérulos y quien había depuesto en el 476 a Rómulo Augustulo (último emperador romano). Zenón le prometió a Teodorico el trono de Italia si su campaña resultaba exitosa. Invadió Italia al frente de todo su pueblo, de número inexacto pero que se estima en más de 100.000 hombres. Después de una serie de batallas sin un vencedor claro, consiguió ocupar Rávena donde murió Odoacro y donde estableció su capital en el 493, coronándose en el 494. Fue finalmente reconocido por los bizantinos, sus supuestos señores en el 497.

     El reinado de Teodorico se caracterizó por mantener el modo de gobierno romano. Incluso la mayoría de sus consejeros fueron romanos, pero el ejército estuvo en manos de los ostrogodos. Además evitó conflictos religiosos entre los romanos, católicos, y los ostrogodos, arrianos.  Mantuvo una actitud conciliadora entre los diferentes reinos germánicos que ocupaban el Imperio Romano de Occidente. En el 511 terminó con  la guerra civil que se estaba librando en el reino visigodo, interviniendo a favor de Amalarico, hijo de Alarico II, al que por ser un niño le habían usurpado el trono. Teodorico se nombró su regente y lo fue hasta su muerte. Además tejió una red de matrimonios entre su familia y los reinos germánicos vecinos. Es posible que quisiera poner en pie un imperio germánico de Occidente heredero del Romano para hacer frente al Imperio Bizantino, con el que había tenido pequeños enfrentamientos (no militares), pero esto se vio truncado por el ascenso de poder de los francos. Al final de su reinado se volvió paranoico y asesinó a varios de sus consejeros romanos, lo que sumado a sus enfrentamientos con el Papado le llevaron a encerrar y matar al Papa Juan I. Los enfrentamientos con los bizantinos, también católicos, produjeron enfrentamientos entre romanos y ostrogodos que desembocaron a su muerte en guerras civiles y más tarde en la conquista bizantina. Después de la muerte de Teodorico los ostrogodos entraron en una espiral de guerras civiles de las que no se recuperaron y desaparecieron como pueblo después de la conquista bizantina.