TITO LIVIO, TODO UN CLÁSICO. Por Javier Jordá Sánchez.

15.02.2015 13:36

 

            Nació Tito Livio en la véneta Patavium (la Padua actual) en una fecha que iría del 64 al 59 antes de Jesucristo. Con 24 años llegó a Roma, donde se le encomendaría la educación del futuro príncipe imperial. Interesado por la retórica, compuso diálogos morales al uso de su época, pero al final se consagraría a la redacción de su magna Ab Urbe Condita, relato de los hechos de la poderosa Roma desde su fundación en 753 a. C. a la muerte de Druso en el 9 a. C., narrándonos acontecimientos de la trascendencia de la II Guerra Púnica o de la conquista del Oriente helenístico. De sus 142 libros originarios, divididos en grupos de diez o Décadas (nombre por el que también fue conocida la obra), sólo se han conservado 35, del 1 al 10 y del 21 al 45.

            Tito Livio no consultó las fuentes originarias ni visitó los lugares de los acontecimientos, lo que resultaba muy difícil por la amplitud del tema y la dispersión coetánea de los archivos y obras oficiales. Se valió de las obras de los analistas Valerio Antias y Claudio Cuadrigario para la primera década, de las obras de Fabio Pictor, Celio Antípater y Polibio para la tercera década. En los temas referentes a la política romana en el Oriente griego Polibio fue su principal fuente de información. En la cuarta década debió utilizar también a Catón el Viejo y para los libros siguientes, en lo que puede rastrearse a través de las Periochae, debió recurrir mucho a Posidonio. En general para cada época histórica manejó varias fuentes, contrastándolas entre sí. Utilizó una de base esencial y las demás para completar detalles o de corrección. A menudo le falto espíritu crítico, pero su honradez es total para los criterios de su tiempo. Se dejó llevar por su pasión hacia su adorado Pueblo Romano. Sin falsificar el relato destacó los puntos favorables y suprimió los más deplorables. Encajó tales acontecimientos en una visión moralista y trascendentalista de la Historia. Empleó el método de datarlos año por año de los analistas, llamados así con razón.

            Escribió además diálogos filosófico-históricos. En un tratado de retórica en forma de carta dirigido a su hijo consideró modélicos a Demóstenes y Cicerón, hermanando los dos componentes fundamentales de la cultura greco-romana llamada a convertirse en clásica para los futuros europeos.

            Ab Urbe Condita empezó a conocerse por la lectura en público de sus cinco primeros libros. Se fue publicando en grupos de cinco a diez libros o partes de la obra. Su popularidad fue tanta que un ciudadano de Gades viajó hasta Roma con el propósito de conocer personalmente al autor. Los tres últimos años de su vida transcurrieron en su localidad originaria, donde falleció en el 17 de la Era Cristiana.

            Ejemplo de su popularidad es que Lucio Anneo Floro compuso los Epítome (en griego Periochae), obra tardía fundamentada en un epítome del siglo I. Nos permiten saber conocer el plan diseñado por Tito Livio y el orden de su relato, porque de la obra primigenia apenas se han conservado algunos volúmenes. Son de extensión muy desigual y se confeccionaron libro por libro para ayudar al manejo de la voluminosa obra. Faltan los sumarios correspondientes a los libros 136 y 137.

            De Ab Urbe Condita se han conservado:                     

            A) La  primera década, desde los orígenes hasta la víspera de la guerra con Pirro, concretamente hasta el 293 a. C. El libro I relata los orígenes de Roma y la época de la monarquía romana, y los libros II-V cuentan la historia de la República hasta la invasión de los galos. Los libros VI-X prosiguen hasta la tercera guerra de los samnitas.

            B)  La  tercera década es la de la II Guerra Púnica, de tanto interés.  

            C) La cuarta década y la mitad de la quinta, salvo algunas lagunas, narrándose la sumisión de Macedonia por L. Emilio Paulo.

            D) Aparte de estos 35 libros, prácticamente completos, se conservan algunos fragmentos de los restantes libros.También se conserva una colección de prodigios, mencionados por Tito Livio en su obra, realizada por un tal Julio Obsecuente, que corresponden al periodo 249-212 a. C., y un papiro con extractos de los libros 37-40 y 48-55 correspondientes al Epítome, lo que nos sirve de gran ayuda.

            Fuentes.        

Biografías y Vidas. La enciclopedia Biográfica en línea. Tito Livio.

Epítome de la historia de Tito Livio, editorial Gredos.

https://olmo.pntic.mec.es/cviloria/literatura/titolivio.htm

París Bibliothèque Nationale de France MSS Latin 5724.

            Imagen de Ab Urbe Condita de la Bibliothèque Nationale de France (MSS Latin 5724), datado en la segunda mitad del siglo IX y procedente de la Abadía de Fleury.